estudiante 225243 Vídeo de clase avanzada de filosofía 4044 Tesis principal, Periodo 2 Durante siglos, el hombre ha buscado respuesta a las grandes preguntas de la vida: ¿quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Existe Dios? ¿Los "niños" son realmente pequeños, o solo tan repulsivos e irritantes que parecen pequeños porque uno los mantiene a gran distancia? Puede que algunas de estas preguntas no sean respondidas nunca, pero creo que la respuesta a la última y más crítica pregunta está, por fin, al alcance de la humanidad. Propongo una respuesta, de una vez por todas, para este supremo interrogante, este misterio dentro de un enigma. Modestamente te explico, querido lector, que ninguna de esas es la respuesta: de hecho, los "niños" son distorsiones dentro de la estructura del espaciotiempo creados por seres tetradimensionales para frustrar e incomodar secundariamente a los humanos: una ilusión cósmica a la mayor de las escalas. La primera pieza del rompezabezas que es el origen de los "niños" se puede encontrar en el lugar menos esperado: las entidades casi igual de desconcertantes conocidas como "padres" o "fans de los niños". De hecho, este extraño grupo de criaturas cuasihumanas, odiadas y compadecidas por la mayoría, pueden ser engatusados de vez en cuando para revelar algunos secretos del "niño". Informes de investigación recientes, como el famoso "How is Babby Formed" de Hoope y Milhouse, han aportado pruebas que sugieren que la "madre" (la progenitora) debe "do way instain" el niño hasta que adquiera la capacidad de "devolverle el susto". Ahora está claro que "doing way instain" es el modo que tiene el fan de los niños mujer para cruzar la brecha pandimensional hacia nuestro plano de existencia y empezar a difundir sus señales auditivas y olfativas de irritación: para "devolverle el susto". Mientras que las pruebas sobre el "qué" de los niños parecen irrefutables, la motivación que subyace a sus artimañas pandimensionales sigue siendo una pregunta desconcertante. Quizás el niño es simplemente una figura maliciosa que actúa como una fuerza cósmica de malicia diversión de sí mismo o de algún ser superior, y que se alimenta de la miseria e irritación humanas. O, quizás, la respuesta es todavía más bizarra: quizás